domingo, 21 de marzo de 2010

Equilibrio

Lo prometido es deuda. Aquí tenéis la última crónica, siento la tardanza pero a veces una está tan empeñada en vivir que se olvida de escribir. Ahora he encontrado unos días más calmos en los que las reflexiones vuelven a surgir…resumiré un poco la aventura de este último mes.

No contaré los días uno por uno como en mis antiguas crónicas, la rutina también llega hasta aquí; aunque dentro de ella siempre hay algo nuevo cada día, a veces es una imagen, otros días una película que te emociona, un mensaje de un ser querido, un abrazo, un beso, dentro del día a día siempre hay hechos que lo hacen especial, solo que a veces estamos ciegos y no los vemos. Por lo que a partir de ahora os contaré algunas de nuestras aventuras más notables y entretenidas junto con reflexiones y/o anécdotas que merezcan la pena ser contadas.

El día 1 de Marzo nos instalábamos en nuestra nueva casa, es perfecta para nosotras. Ni muy grande ni muy pequeña, ni moderna ni antigua, simplemente acogedora. El primer día ya era un hogar, ya era nuestro refugio. Aquí podemos aislarnos del mundo, de esos días aciagos en los que no para de llover, de esos días en los que a una solo le apetece una buena película, una manta y unas palomitas con azúcar. Pero de esta nuestra morada también salimos, porque a veces una amanece con la luz del sol entrando por la ventana y desde la calidez de la cama una desea levantarse para ver los colores que le ofrece un nuevo día. EQUILIBRIO. Eso es lo que busco. No quiero todos los días sol porque no valoraría la lluvia y tampoco quiero todos los días lluvia puesto que no valoraría el sol.

Todo en su justa medida, esa es la cuestión. Estamos aquí cerca de dos meses, la emoción del principio ha pasado, ya te haces a este lugar, creas una nueva rutina y cuando comprendes esto, te das cuenta de que sigue habiendo días buenos y días malos, de ambos se aprende algo y es que se sufre y se es feliz en cualquier parte.


La semana de nuestra mudanza fue tranquila, disfrutábamos del simple hecho de estar, de ser y recibíamos la visita de André bastante a menudo, eso nos alegraba enormemente a Nuria y a mí, André es de esas personas con las que puedes ser 100% tu misma y eso siempre llena el corazón. Nos hacía palomitas, nos daba clases de portugués y nos enseñó juegos de cartas, de esta forma no echábamos de menos la vida en la residencia.

El fin de semana llegó y con él las cenas de Inauguración, así que fue un fin de semana más bien nocturno, da gusto recibir a gente en tu casa, ofrecerles una buena comida, charlar con unos y con otros, compartir risas y vivencias. Es una forma de plasmar tu cariño hacia los demás. Es una forma de sentirse bien, de ser feliz.


Por el día nos limitábamos a perrear y retozar ya fuese en la cama o en el sofá.


La siguiente semana vivimos una de nuestras mayores aventuras, fue el Jueves (Quinta feira) día 11 de Marzo cuando decidimos ir a Serreta, a hacer uno de los 5 senderos marcados en esta isla, ya hemos hecho Monte Brasil e hicimos un intento de realizar este hace un mes pero una vez en Serreta tuvimos que volvernos por el mal tiempo, así que Nuria y yo estábamos completamente decidas a recorrerlo. Las previsiones del tiempo eran relativamente buenas, amanecimos con sol por lo que nuestra ilusión era infinita. Que inocentes. No sabíamos lo que nos esperaba.


Llegamos al inicio de la ruta a eso de las 11 de la mañana, las nubes eran amenazadoras como cualquier otro día, pero lucía el sol, marcamos nuestro primer punto con el GPS para nuestro trabajo de Espeleología e Montanhismo. Nuestros primeros pasos nos condujeron a un camino de tierra batida que contrasta enormemente con el verde de la vegetación, conforme íbamos andando empecé a fijarme en el suelo, y descubrí que estaba lleno de Obsidianas y Pumitas! Nuria me mira con cara de: ¿vamos a pararnos cada 10 metros no? jaja es fantástico poder tener una compañera para frikar, esto me recuerda a mi viaje por Lanzarote con Idoia, ella también fue una gran compañera de aventuras, me vienen a la cabeza nuestros 3 primeros días en la isla sufriendo una ola de calor…recuerdo que casi ni nos hablábamos, los cerca de casi 42ºC no nos facilitaban mucho la conversación, pero no era un silencio incómodo, era agradable sentir que puedes estar con una persona sin la necesidad de hablar, solo con mirarnos nos entendíamos…ese fue otro gran viaje y como me ha venido a la cabeza, a todos aquellos que conocí en esa aventura os mando un fuerte abrazo, de corazón se os echa de menos. Vuelvo a las Azores…tras recoger varias muestras de obsidiana dejé de mirar al suelo para contemplar la vegetación, estaba ante uno de los bosques de laurisilva mejor conservados del mundo, aquí dejo una pequeña lista de las especies observadas:

Nombre científico


Nombre común (portugués)

Endemismos Azores

Observaciones

Angelica lignescens


Angélica

X


Erica azorica


Urze

X


Sanicula azorica


Erva-do-capitao

X


Vaccinium cylindraceum


Uva da serra; Uva do mato, Rosmaninho

X


Myrsine africana


Tamujo



Chamaecyparis lawsoniana


Cedro fino



Woodwardia radicans


Feto-do-botao



Hydrangea macrophylla


Hortênsia


Invasora

Ilex perado ssp azorica


Azevinho

X


Laurus azorica


Louro da terra


Endémica Macaronesia

Pittosporum undulatum


Incenso


Invasora

Viburnum tinus ssp. subcordatum


Folhado

X


Juniperus brevifolia


Cedro; Cedro do mato, Cedro das ilhas,Zimbro

X


Cryptomeria japônica


Critómeria


Invasora

Tolpis azorica



X


Hedera azorica


Hera; Hereira; Hedera

X


Este lugar es perfecto para alguien que disfrute tanto de la Naturaleza como nosotras, a veces pienso que me falta cabeza para asimilar todo lo que me gustaría asimilar (aunque mi queridísimo padre piense lo contrario) pero bueno siempre me consuelo que para eso están los libros, para consultar todo aquello que no puedo retener. En fin, mientras caminábamos absortas fotografiando cada minúsculo detalle del paisaje nos encontramos con un pastor y sus cabras y cabritos…¡que lindos! Algunos todavía les costaba andar y seguir a la madre…otros intentaban ¡comerme los pantalones! Saludamos al hombre y le preguntamos cómo ir hasta La Lagoinha. Aquí empieza nuestro minicalvario. El pastor nos indicó que girásemos hacia la derecha y eso hicimos, comenzamos a ascender y llegamos hasta unas escaleras de piedra que se adentran en el bosque, yo le digo a Nuria que vamos a investigar, que parecen unas ruinas mayas, me sentía Indiana Jones y para ser sincera me encanta sentirme así. Como era de esperar no había ninguna ruina, ni ningún templo, sino un punto geodésico y unas grandes vistas, no menos especiales.

Aquí pasamos un rato mientras las primeras gotas de lluvia nos cayeron encima, sacamos el chubasquero y continuamos camino, llevábamos un rato sin ver las señales que nos indicabann el camino a seguir, pero nosotras confiábamos en el pastor y su “atalho”. De chispear pasó a llover más intensamente mientras a la vez se filtran por la vegetación algunos rayos de sol. No entiendo nada. Pero hay tanta belleza en esta imagen que lo demás da todo igual. Sacamos hasta el paraguas, en vano claro, porque acabamos mojadas de los pies a la cabeza, literalmente. Así que estábamos ligeramente perdidas en un bosque de laurisilva, sin señales a la vista, caladas hasta los huesos y para añadirle emoción al asunto, la niebla empezaba a formarse. Comimos de pie para recomponer fuerzas y no paramos más de 10 minutos, si nos atrasábamos más teníamos asegurados unos días en cama, no podíamos enfriarnos así que continuamos camino.



Por fin volvimos a encontrar las señales, aun así en algunos puntos creamos nuestro propio camino pero finalmente llegamos a la Lagoinha, un cráter actualmente lleno de agua que constituye un ecosistema lagunar muy importante para la vida salvaje. La laguna estaba cubierta por la niebla y nos deslumbró con su encanto, con su quietud. Habíamos llegado, lo habíamos logrado. Pero como dijo Ed Visteurs: “La cima es sólo la mitad del camino” Todavía nos quedaba regresar. El camino de vuelta no estuvo falto de emociones, ni de risas, porque aunque se nos complicasen las cosas, creo que no hubo ningún momento de frustración, aceptamos las circunstancias y nos reímos de nosotras mismas. De hecho una de las mejores anécdotas fue salir de una ribera y encontrarnos una de las señales en la valla que separa los pastos para el ganado. Nosotras seguimos el sendero que lindaba con la valla, al principio estaba en condiciones óptimas pero luego nos empezamos a encontrar con alguna que otra zarza y más adelante con unas pocas zarzas más…hasta que las zarzas nos atraparon. No había camino posible, a no ser que quisiéramos aventurarnos por una ribera que parecía la Amazonía y que tenía serias dudas de que algún ser humano hubiese pasado alguna vez por ella, por lo que sólo nos quedaba volver atrás (teníamos menos de una hora para bajar sino queríamos perder el autobús de vuelta). Encontramos una parte de la valla donde las zarzas no eran tan densas y nos permitieron saltar hacia el pasto, entonces descubrimos que el sendero iba por ese lado (que desgraciadicas que somos jaja) pero bueno hemos logrado salir del infierno y para nuestra sorpresa nos encontramos con el cielo…un atardecer espectacular con la isla de Sao Jorge al fondo y detrás de ella sobresale la isla do Pico mostrándonos la grandiosidad del pico más alto de Portugal de 2351m. Este momento es mágico.

Finalmente, conseguimos llegar sanas y salvas pero perdimos el autobús, así que tuvo que venir Joao a por nosotras pero durante la espera nos tomamos unas Heineken en honor al equipo que formamos en el 9º Campamento Geoambiental y al que echamos tanto de menos.


La montaña une, y ese día Nuria y yo terminamos de unirnos para siempre.


El fin de semana fue de reclusión ya que el tiempo tampoco acompañó y las 7 horas de caminata (tenían que haber sido 3h30min) nos pasaron factura…pero el Domingo por la tarde salió el sol…y nosotras con él…llamamos a Joao y a Danilo y nos fuimos a dar media vuelta a la isla…aquí descubrimos lugares espectaculares, pero mi preferido: Quatro Ribeiras, en el cual pienso ir a perderme asiduamente…esta isla me está ofreciendo sus gentes, sus paisajes y yo no pienso desaprovecharlos.

No recuerdo ya exactamente cuando pero por esas semanas Tiago, un amigo de estas islas, me mostró un proverbio indio en un libro que me gustaría compartir con vosotros:


Un indio muy sabio se encontraba enseñando a su pequeño nieto una de las lecciones más importantes de la vida. Le contó al pequeño niño la siguiente parábola:

-Existe una pelea dentro de cada uno de nosotros. Es una terrible pelea entre dos lobos -le dijo-. Un lobo es malo. Es furia, rabia, envidia, remordimiento, avaricia, arrogancia, auto compasión, resentimiento, mentiras, falso orgullo, superioridad y ego. El segundo lobo es bueno. Es alegría, paz, amor, esperanza, serenidad, humildad, bondad, empatía, verdad, compasión y fe.


El nieto pensó sobre esto un momento. Entonces le preguntó al abuelo:

-¿Qué lobo ganará esta pelea?


El abuelo simplemente respondió:

-El que tú más alimentes.”


…A mi me dio en que pensar…Os mando un fuerte abrazo desde mi pequeño refugio en el que he estado escribiendo estas palabras porque todos vosotros formáis el mosaico de mi corazón.


p.d: Gracias Coordinador!